A continuación detallamos algunas de las principales preguntas que suelen hacernos nuestros pacientes con respecto a su grado de obesidad, soluciones y tratamientos posibles, ventajas y riesgos de cada técnica, etc.. No obstante insistimos en que la mejor forma de resolver las dudas sobre cómo combatir la obesidad ,es acudiendo a la consulta de un  médico especialista en el tratamiento de la obesidad.

 

¿A partir de qué exceso de peso se considera que una persona padece obesidad? ¿A qué personas se les recomienda someterse a una intervención de cirugía de la obesidad? Como norma general consideramos que un paciente presenta un grado de obesidad (no sobrepeso) suficientemente grave como para justificar su tratamiento con alguna de las técnicas quirúrgicas que ofrecemos en nuestra consulta, cuando su IMC (índice de masa corporal) es superior a 40; (para calcular IMC consultar el apartado  Categorías de la Obesidad).No obstante también puede considerarse en aquellos casos en los que el IMC es menor, pero existen enfermedades asociadas a la obesidad o síndrome metabólico. En la obesidad mórbida (IMC>40), en un paciente sin contraindicaciones para ser operado, debe considerarse una intervención el tratamiento de elección.

 

Cuándo las dietas o tratamientos farmacológicos no han sido efectivos para combatir el exceso de peso ¿Qué técnicas quirúrgicas son mejores para combatir la obesidad? Depende siempre de cada paciente. En función de diferentes variables se recomendará un tratamiento u otro.

 

En mi familia hay varios casos de obesidad, ¿Se puede prevenir? La obesidad se puede prevenir siempre y cuando uno sea consciente de sus cuáles son sus necesidades energéticas y no se consuma más de lo que se gasta. Esto básicamente se fundamenta en llevar una alimentación adecuada y en evitar un estilo de vida sedentario. No obstante, el problema de la obesidad es mucho más complejo y a menudo entran en juego otros factores (sociales, psicológicos, fisiológicos) que hacen difícil el poder prevenirla. Evidentemente lo primero que una persona con sobrepeso debe hacer, es intentar prevenir la obesidad. En la mayoría de casos, las personas con obesidad han intentando frenar la evolución de la enfermedad, sin embargo a menudo han fracasado en ese intento y es entonces cuando debe plantearse la cirugía.

 

¿A partir de qué exceso de peso se considera que una persona padece obesidad? Como norma general consideramos que un paciente presenta un grado de obesidad (no sobrepeso) suficientemente grave como para justificar su tratamiento con alguna de las técnicas quirúrgicas que ofrecemos en nuestra consulta, cuando su IMC (índice de masa corporal) es superior a 40 (para calcular IMC consultar el apartado Categorías de la Obesidad). No obstante también puede considerarse en aquellos casos en los que el IMC se sitúa entre 35 y 40 y el paciente presenta otras variables como limitaciones físicas, problemas metabólicos, diabetes, etc.. que influyen en su calidad de vida.

 

¿Por qué es tan importante que ponga solución a mi enfermedad? La obesidad suele presentar una amplia serie de enfermedades asociadas tales como diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, dificultades de respiración, depresión etc… además todo ello influye en el día a día en el empeoramiento de la calidad de vida de la persona que padece obesidad – agotamiento, dificultades de movilidad- es decir, una serie de obstáculos que a pesar de no ser enfermedades, dificultan la vida diaria del obeso.

 

¿Cómo sé cual es la técnica o el tratamiento que mejor funcionará en mi caso? Existe un amplio abanico de opciones para combatir la obesidad. En términos generales las intervenciones de cirugía de la obesidad se clasifican en dos grupos:

. Las técnicas restrictivas: se basan en la limitación del estómago con el fin de que entre una menor cantidad de alimentos,es decir,suponen una disminución importante de la capacidad gástrica.

. Las técnicas mixtas que combinan la restricción (reducción de la capacidad del estómago) con la mala absorción (cuyo objetivo es impedir que los alimentos y los nutrientes puedan ser absorbidos.

En cualquier caso al tratarse de técnicas quirúrgicas es necesario acudir a un especialista en la materia que sepa indicar cuál es la mejor opción para cada tipo de paciente.

 

A priori, cualquiera de los tratamientos que existen para combatir la obesidad me hará perder peso, pero¿ hasta que punto es importante mi implicación en el proceso de pérdida de peso? La decisión de someterse a una intervención es un paso decisivo, ya que cambiará definitivamente la vida del paciente, por lo que siempre es importante su implicación y compromiso de cambio. Las técnicas más agresivas, que afectan a la fisiología de absorción de nutrientes, implicarán quizás menos control y rigor en los hábitos, pero todas las técnicas necesitan de un estrecho seguimiento por el médico y de un compromiso de cumplimiento por el paciente.

 

Los resultados de cualquiera de las técnicas – by pass, gastrectomía tubular o derivación biliopancreática- ¿Son inmediatos? ¿Son permanentes? ¿Cuánto peso se puede llegar a perder? Los primeros resultados de estas técnicas son muy rápidos, a partir de ahí la curva de pérdida de peso dependerá de la opción escogida. En términos generales se considera que una intervención de cirugía de la obesidad ha sido exitosa cuando se consigue una pérdida de al menos el 50% del exceso de peso del paciente, ya que es a partir de esta pérdida cuando empiezan a disminuir o eliminar algunos de los principales factores de riesgo asociados a la enfermedad.
Los resultados en cuanto a la pérdida de peso obviamente dependen de cada paciente, no obstante y a modo de ejemplo, un paciente de 120 Kg podría perder tras un by-pass gástrico unos 40-50 Kg en el primer año.

 

Una intervención no deja de ser una intervención…. hasta que punto han mejorado las cirugías y técnicas aplicadas en el tratamiento de la obesidad?
El quirófano siempre tiene un riesgo, sin embargo, la cirugía de la obesidad ha avanzado muy rápido en los últimos años tanto en el conocimiento y perfeccionamiento de las técnicas como en los materiales y tecnología que se usa hoy en día. La mayoría de intervenciones se realizan por vía laparoscópica con técnicas que permiten operar sin «abrir» el estómago a través de pequeños orificios o incluso por orificios naturales y acompañados de sistemas de videocirugía. Todos estos avances influyen sin duda en que en la actualidad la cirugía de la obesidad sea mucho más fiable y el paciente tenga una mejor y más rápida recuperación. Al mismo tiempo, los sistemas de sutura y grapado mecánico del estómago e intestino han mejorado su seguridad espectacularmente en los últimos años, con un riesgo mínimo de complicaciones

 

y… la recuperación y el postoperatorio…Después de la intervención, el paciente suele estar unos 3-4 días ingresado. A partir de ahí y al cabo de unos 10-12 días se hace una revisión y la retirada de puntos. Como las intervenciones se realicen mediante cirugía laparoscópica, la recuperación suele ser bastante rápida, de forma que normalmente al segundo día del postoperatorio el paciente ya puede caminar y comienza a tolerar líquidos.Al cabo de una semana aproximadamente conducir, y hacer vida normal al cabo de dos o tres semanas siempre vigilando el no hacer esfuerzos o sobrecargas.