El SAOS ( Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño) es una enfermedad que se da en un alto porcentaje (cerca del 70%) en los pacientes candidatos a cirugía de la obesidad.

Quienes padecen SAOS dejan de  respirar en varias ocasiones durante el sueño nocturno; esto ocurre  porque las vías respiratorias se cierra siendo una de las principales causas de este «cierre de las vías respiratorias» la disminución de la actividad muscular,  el aumento de tejidos alrededor de las vías o bien características estructurales que provocan la reducción de las vías respiratorias.

Cuando esto ocurre el aire no llega a los pulmones, el cerebro se da cuenta de la falta de oxígeno y alerta al cuerpo para que se despierte. En muchos casos quienes la padecen no son conscientes de lo que ocurre durante el sueño, sin embargo el despertarse repetidamente durante la noche interrumpiéndose el sueño tiene muchas consecuencias (excesiva somnolencia durante el día, cansancio, irritabilidad, etc…).

La obesidad está directamente relacionada con esta enfermedad. Como decíamos al inicio del artículo, el 70% de los candidatos a cirugía de la obesidad presentan SAOS, sin embargo, una vez intervenidos y tratados de obesidad, varios estudios nacionales e internacionales así como nuestra propia experiencia, concluyen en que se da una importante disminución de la severidad de la apnea y aproximadamente en un 80% de  los casos se interrumpe el tratamiento.

Una vez más la cirugía de la obesidad se presenta como una alternativa para solucionar, no sólo el problema de obesidad en sí mismo, sino algunas de las muchas enfermedades asociadas a la obesidad.

 

El SAOS ( Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño) es una enfermedad que se da en un alto porcentaje (cerca del 70%) en los pacientes candidatos a cirugía de la obesidad.

Quienes padecen SAOS dejan de  respirar en varias ocasiones durante el sueño nocturno; esto ocurre  porque las vías respiratorias se cierra siendo una de las principales causas de este «cierre de las vías respiratorias» la disminución de la actividad muscular,  el aumento de tejidos alrededor de las vías o bien características estructurales que provocan la reducción de las vías respiratorias.

Cuando esto ocurre el aire no llega a los pulmones, el cerebro se da cuenta de la falta de oxígeno y alerta al cuerpo para que se despierte. En muchos casos quienes la padecen no son conscientes de lo que ocurre durante el sueño, sin embargo el despertarse repetidamente durante la noche interrumpiéndose el sueño tiene muchas consecuencias (excesiva somnolencia durante el día, cansancio, irritabilidad, etc…).

La obesidad está directamente relacionada con esta enfermedad. Como decíamos al inicio del artículo, el 70% de los candidatos a cirugía de la obesidad presentan SAOS, sin embargo, una vez intervenidos y tratados de obesidad, varios estudios nacionales e internacionales así como nuestra propia experiencia, concluyen en que se da una importante disminución de la severidad de la apnea y aproximadamente en un 80% de  los casos se interrumpe el tratamiento.

Una vez más la cirugía de la obesidad se presenta como una alternativa para solucionar, no sólo el problema de obesidad en sí mismo, sino algunas de las muchas enfermedades asociadas a la obesidad.

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